Cómo Hacer una Solera de Hormigón para Plazas de Aparcamiento

Cómo Hacer una Solera de Hormigón

Cómo Hacer una Solera de Hormigón para Plazas de Aparcamiento

Cómo Hacer una Solera de Hormigón para Plazas de Aparcamiento

La construcción de una solera de hormigón para plazas de aparcamiento en viviendas particulares requiere una cuidadosa planificación. Al no prepararla adecuadamente, pueden producirse asientos diferenciales, fisuras y daños tempranos en la superficie. A continuación, se describen los aspectos fundamentales para una ejecución correcta.

1. Limpieza y Preparación del Terreno

El primer paso es eliminar la vegetación, material orgánico y cualquier residuo que pueda afectar la adherencia o la durabilidad del hormigón. Después de la limpieza, es esencial compactar el terreno de manera uniforme para reducir la posibilidad de asientos diferenciales y garantizar una base estable.

2. Tipo de Hormigón y Recomendaciones Mínimas

Según la Instrucción de Hormigón Estructural (EHE), se recomienda emplear un hormigón de al menos HM20 para este tipo de uso. Opcionalmente, se pueden incorporar fibras (metálicas o sintéticas) que mejoran el comportamiento del hormigón frente a fisuras y aumentan su durabilidad.

Consejo: Las fibras en el hormigón ayudan a repartir mejor las tensiones internas, reduciendo la aparición de grietas y aumentando la resistencia a impactos o cargas puntuales.

3. Espesor y Armado de la Losa

El espesor mínimo de la solera debe ser de 10 cm en condiciones de carga ligeras, aunque para vehículos de mayor peso o suelos poco estables se recomienda aumentar el espesor hasta 15 cm.

En muchos casos, se utiliza una malla de acero (mallazo) para reforzar la solera. Esto ayuda a controlar la formación de fisuras y a soportar mejor las cargas de los vehículos. El mallazo se debe colocar aproximadamente en la mitad del espesor total y asegurarse de que quede bien recubierto de hormigón.

4. Colocación y Compactación del Hormigón

Una vez preparado el encofrado y colocado el armado (si aplica), se vierte el hormigón de manera uniforme. Se debe reglear y nivelar la superficie para conseguir un acabado uniforme, y se recomienda vibrar ligeramente el hormigón para expulsar burbujas de aire y mejorar su compactación.

Nota: Si se utilizan fibras, es normal que algunas puedan ser visibles en la superficie tras el vertido y la nivelación. Esto no afecta negativamente el desempeño de la solera.

5. Curado y Protección

El curado es fundamental para alcanzar la resistencia proyectada. Se aconseja mantener la superficie húmeda o protegida con láminas de plástico durante los primeros días, evitando una pérdida de humedad demasiado rápida. Un mal curado puede ocasionar fisuras prematuras y reducir la durabilidad de la solera.

6. Consideraciones Finales

Para evitar problemas a largo plazo, es importante no descuidar ninguno de los pasos descritos: limpieza y compactación del terreno, elección de un hormigón adecuado (HM20 o superior), control del espesor y el posible armado, vertido y compactación correctos, además de un buen proceso de curado. Con estas precauciones, la solera de hormigón ofrecerá la resistencia y estabilidad necesarias para el estacionamiento de vehículos en una vivienda particular.